Anoche me regaló Cloe un momento de ternura de esos que calan hondo. Había terminado de cenar y su padre la tenía en brazos para llevarla a la cama. Yo estaba en el sofá tumbada porque el día me había agotado y necesitaba descansar un poquito. Así que David acercó a Cloe para que me diera el besito de buenas noches y ésta se me echó sobre el pecho. Entonces comenzó a decir muy bajito: "tuc tuc, tuc tuc" y casi susurrando me mira y me dice " mamá e tu corazón" y volvió a poner su cabecita en mi pecho apretándola bien fuerte.
La vida nos regala momentos de ternura para que todo vuelva a tener sentido.
Gracias Cloe, Mamá
